Los nuevos baños públicos de Tokio permiten que todo se vea desde afuera, al menos mientras no haya nadie utilizándolos. A mediados de este mes, las autoridades de la capital japonesa presentaron una nueva modalidad de urinarios que cuentan con paredes de cristal que se opacan cuando alguien cierra la puerta con cerrojo. De esta manera, quienes necesiten utilizar los baños podrán comprobar desde fuera en qué condiciones están y verificar que no haya nadie dentro. Estos nuevos y coloridos sanitarios se han instalado en dos parques del céntrico barrio de Shibuya y han recibido críticas mixtas por parte de los usuarios, con algunos alabando el uso de la tecnología y otros asegurando que no se sintieron del todo cómodos a pesar de que sabían que no podían ser vistos de afuera.
Los baños forman parte del proyecto Tokyo Toilet, promovido por a organización sin ánimo de lucro Nippon Foundation, que busca eliminar los viejos y anticuados sanitarios públicos antes de que la ciudad reciba los Juegos Olímpicos de verano en 2021. El encargado de diseñarlos ha sido el arquitecto japonés Shigeru Ban, ganador del premio Pritzker en 2014. La fundación planea instalar inodoros diseñados por otros prominentes arquitectos en 17 puntos de la ciudad.