Un juzgado de El Salvador ordenó la detención del expresidente Mauricio Funes, quien estuvo al mando se su país de 2009 a 2014. Con esta ocasión ya suma la sexta orden de captura en su contra, por varios delitos relacionados a una tregua ilegal entre pandillas en 2012, informó la fiscalía.
La orden de captura, remitida a la policía local y la Interpol es «por los delitos de agrupaciones ilícitas e incumplimiento de deberes en el contexto de la denominada tregua con pandillas», señaló en su cuenta de Twitter el fiscal general Raúl Melara.
Tras ser acusado de actos de corrupción, Funes huyó a Nicaragua en 2016, donde recibió asilo y luego la ciudadanía. Al momento acumula seis órdenes de arresto.
Por esa misma tregua ilegal con las pandillas fue detenido a finales de julio el exministro de Defensa, general David Munguía, que guarda arresto domiciliario.
El fiscal general ha señalado anteriormente que la tregua con las pandillas fue «ilegal» porque son estructuras consideradas «criminales terroristas».
En agosto de 2015 la Corte Suprema de Justicia declaró a las pandillas como «grupos terroristas».
En marzo de 2012, el gobierno de Funes facilitó una tregua entre las pandillas que trajo una drástica disminución de los homicidios en el país.
El gobierno del actual presidente Nayib Bukele es investigado por la fiscalía luego de que el periódico digital El Faro revelara una supuesta negociación con la pandilla Mara Salvatrucha (MS-13), en la que habría ofrecido beneficios carcelarios para sus miembros presos a cambio de la reducción de homicidios.
En El Salvador, las pandillas tienen unos 70 mil miembros -más de 17 mil de ellos encarcelados- y se dedican a la extorsión y el narcotráfico, entre otras actividades ilegales.
Con 6.6 millones de habitantes, El Salvador fue en 2019 uno de los países sin guerra más violentos del mundo, con 35.6 homicidios por cada 100 mil habitantes. La mayoría de esas muertes fueron consecuencia de la actividad pandillera.