Guardiola contra la niebla

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El técnico del Manchester City, a diez puntos del líder, gestiona su peor momento desde que llegó a la Premier y garantiza que seguirá fiel a su estilo

“Serás despedido al amanecer” (“You’re getting sacked in the morning”), coreó jocosa la grada de Goodison Park mientras Pep Guardiola dejaba el campo pensativo. Desde que es entrenador nunca había perdido por cuatro goles un partido de liga, apenas en dos oportunidades salió derrotado con esa contundencia y fue en semifinales de la Liga de Campeones ante Real Madrid y Barcelona. “En ocho temporadas como técnico gané el campeonato siete veces, eso es lo excepcional”, apuntó después de un nuevo fiasco contra el Everton este domingo. Luego reconoció que eso no es consuelo para su afición. «Tengo que encontrar la razón de lo que está pasando», se exige Guardiola. Cuando empezó el mes de diciembre el Manchester City estaba a un punto del líder Chelsea, al que se aprestaba a recibir en el Etihad Stadium. Tras ganar cuatro partidos y perder los otros cuatro, hoy está a diez. “Son un montón, demasiados”, resume el técnico de Santpedor. Pero el futuro no está escrito. En aquel momento le llevaba diez puntos a su vecino el United, que hoy solo está dos por debajo. Ambos fuera de puestos de Liga de Campeones.

En los problemas que encuentra Guardiola se revela además el orgullo de un sector del fútbol inglés por mantener una esencia que entendía en peligro con la llegada de un estilo en las antípodas del que durante años han promovido los inventores del fútbol. “No estoy aquí para cambiar nada, sino para adaptarme. Es normal y parte del proceso que tenga más dificultades aquí que en España o Alemania”, se disculpa el entrenador, que garantiza que matizará su libreto, pero no lo reescribirá. “Sigo creyendo que para ganar debes controlar el juego y eso significa tener la posesión, hacer muchos pases para crear oportunidades y que no te las creen. Pienso que es la mejor manera de jugar e insistiré en ella”, apuntó tras la debacle ante el Everton. El equipo que dirige su amigo Ronald Koeman apenas manejó la pelota un 29% del tiempo y le marcó cuatro goles.

“Conceden demasiados tantos”, diagnosticó Thierry Henry en sus comentarios de la retransmisión televisiva. En 21 jornadas el City solo ha acabado cuatro veces con la puerta a cero. “Tienen grandes delanteros, pero falta algo más consistente detrás de ellos”, completó Graeme Souness, otra figura referencial en el fútbol de las islas. Se discute sobre el estilo, pero también sobre los protagonistas que lo ponen en práctica. Y ahí la crítica también alcanza a Guardiola, que impuso la llegada de Claudio Bravo a la meta del City en detrimento de Joe Hart, el titular de la portería en la selección inglesa, cedido finalmente al Torino. Bravo no es el que apenas cometió errores en Barcelona y ha encajado catorce goles en los últimos 22 disparos que le llegaron entre palos. En ese ratio de exigencia, De Gea apenas concedió cuatro dianas, una menos que Courtois y dos menos que Cech. El foco apunta también a otras decisiones desde los despachos el pasado verano. El City invirtió 210 millones de euros en reforzarse y la mitad de ese dinero se destinó a dos jóvenes, el extremo Leroy Sané y el central John Stones, un zaguero que le diese opciones para salir desde atrás con el balón jugado. Guardiola asume que ambos están en periodo de aprendizaje.